Las enfermedades emergentes representan un creciente problema en los ecosistemas, afectando tanto la conservación de la biodiversidad y la salud de las especies. Un alto porcentaje de las enfermedades infecciosas emergentes son zoonóticas, con al menos un 75% originándose en la fauna silvestre debido a la creciente interacción entre especies domésticas, animales silvestres y humanos, la cual facilita la transmisión de patógenos y la aparición de enfermedades emergentes. El enfoque "Una Salud" propone una visión integral de la salud, considerando la interconexión entre la salud de animales, humanos y ecosistemas. La vigilancia epidemiológica de patógenos en la fauna silvestre es una medida clave, y las áreas protegidas son puntos estratégicos para esta labor. Nuestro equipo trabaja en la estructuración de una red de vigilancia local que implica la recopilación de información, la creación de una base de datos sistematizada y la colaboración con áreas protegidas y comunidades locales. Esta red está enfocada en el monitoreo participativo de poblaciones de mamíferos silvestres y animales centinela, como murciélagos y microroedores, y tiene el objetivo de lograr un diagnóstico temprano de enfermedades y analizar los riesgos de transmisión entre animales silvestres, domésticos y humanos. En un contexto de cambios globales, nuestra meta final es contribuir al sistema de vigilancia de enfermedades con nuevos enfoques, estableciendo redes de alerta temprana dentro de las áreas protegidas, aportando al desarrollo de estrategias de salud y conservación de la biodiversidad.